jueves, 31 de diciembre de 2015

Anotaciones sobre la denominada “Tuiteratura”


Esta red social permite dos modalidades independientes de lectura: a) donde cada tuit constituye un texto autónomo (minificción, microensayo, micropoesía, etc.), o b) donde cada tuit forma parte de un texto mayor, ya sea el fragmento de un cuento, novela o pieza teatral. 

En esta última modalidad, el lector para seguir con la secuencia narrativa empieza a leer desde el primer tuit publicado hasta el último, esto es, de abajo hacia arriba. Un ejemplo contemporáneo y digno de resaltar es la novela en folletuit El hombre de tweed (@elhombredetweed) de Mauricio Montiel, donde podemos apreciar esta modalidad de lectura. 

Por otra parte, la primera modalidad de lectura nos permite afirmar que cada tuit puede ser llamado literatura al ser considerado como minificción. 

Diversos tuiteros han iniciado sus libros en este soporte digital. Entre otros ejemplos, es necesario resaltar a Gas Mask de Santiago Eximeno (@eximeno) y El viajero del tiempo, El gato del viajero del tiempo e Historia siniestra de Alberto Chimal (@albertochimal). 

Asimismo, es necesario precisar que esta modalidad textual permite la creación de textos líricos (tuitpoesía, haiku, etc.) y narrativos (microensayo, aforismo, minificción, etc.), siempre que se considere a cada tuit como texto independiente; no obstante, esto resulta imposible para las piezas teatrales pues sus 140 caracteres impiden un desarrollo diegético teatral. 

En ese sentido, establecer que la “Tuiteratura” es un nuevo género literario resulta exagerado y carente de sustento académico. Lo que sí existe es literatura en el soporte de Twitter. 

Por tanto, esta modalidad textual que cabe en 140 caracteres no es un nuevo género, sino un fenómeno literario y contemporáneo de la estética de la brevedad.

lunes, 30 de marzo de 2015

Apuntes para una teoría de la minificción

1.- Definición de minificción.-

La minificción es una modalidad discursiva cuya característica esencial es la brevedad. Entre las modalidades de minificción tenemos minificciones clásicas (minicuentos), minificciones modernas (microrrelatos) y minificciones posmodernas (minificciones en sentido estricto), siguiendo lo planteado por Lauro Zavala. Los minicuentos poseen una estructura clásica (cuentos convencionales de estructura tradicional), es decir, la diégesis narrativa se desarrolla consecutivamente a través de tres momentos: inicio, nudo y desenlace. Los microrrelatos, por su parte, poseen una estructura moderna; la estructura tradicional no resulta necesariamente consecutiva pudiéndose prescindir de algún elemento (inicio, nudo o desenlace). En las minificiones se produce la fusión de las características del minicuento y del microrrelato, pero además se percibe la constante presencia de la hibridación genérica, es decir, algunas minificciones pueden ser leídas bajo el membrete de otro género literario, aunque esto dependerá de la capacidad y biblioteca del lector.

2.-Características de la minificción.-

Consideramos que la brevedad, la concisión, la ficcionalidad y la narratividad son las características fundamentales de toda minificción, pues a partir de éstas surgen otros rasgos que otorgan mayor riqueza literaria a esta modalidad textual. Sin embargo, si bien la minificción tiene otras características como la elipsis y la intertextualidad, éstas se configuran como estrategias para lograr la brevedad.

La brevedad se constituye como la característica esencial de esta modalidad narrativa, pues busca la economía de palabras en cada minificción. Sin embargo, debemos advertir que la brevedad debe ser concebida en relación a su contexto socio-cultural e histórico.

Asimismo, el ejercicio de la concisión busca lograr la mayor expresividad con el menor empleo de palabras en la narración. Esta característica consigue que se aperturen diversos universos hermenéuticos que otorgan mayor riqueza a cada minificción.

Se requiere que el texto (breve y conciso) sea ficcional pues permite nos permite diferenciarlos de aquellos otros textos que integran los microuniversos narrativos. 

Finalmente, la narratividad es la característica consistente en “contar” algo, lo cual implica la descripción de una situación (en sentido amplio y extraliterario) y el desarrollo de un personaje desde una situación inicial hasta una situación final (en sentido literario).

3.- Minificción y estética de la brevedad.-

Según Armando José Sequera los orígenes de la minificción se encontrarían en algunos minicuentos sumerios que datan del año 3.330 antes de Cristo. Ante esta aseveración resulta pertinente preguntarse si realmente podemos encontrar los orígenes de la minificción en las primeras manifestaciones literarias de la cultura sumeria o si estas creaciones corresponden a una estética de la brevedad.

En principio, tenemos que reconocer la existencia de textos brevísimos (microtextos) desde los orígenes de la civilización humana, lo cual nos conduce a pensar que la brevedad (en términos textuales) existió, existe y existirá, pues responde a características socio-culturales de toda sociedad en determinada época histórica. En el ámbito de la Literatura estos síntomas no resultan ajenos, pues basta con la lectura de algunos textos breves antiguos como la adivinanza, la fábula, el aforismo, etc., para demostrar la existencia de textos brevísimos desde antaño.

Por consiguiente, ¿es posible que se puedan considerar minificciones a estos textos brevísimos de antigua data? Nosotros consideramos que estos microtextos responden a una estética de la brevedad que ha existido, existe y existirá.

Si bien estos textos pueden ser leídos como minificciones desde la actualidad, no obstante, resulta necesario que se conserve su lectura genérica. Es decir, si estamos ante una fábula de Esopo, ésta puede ser leída como una minificción; sin embargo, la lectura “genérica” (desde su propio estatuto genérico) nos permitirá comprender el universo que representa.

Nota:Este artículo es una nueva versión de “Apuntes para una teoría de la minificción”. En:Millenium. Revista de Literatura. N° 1. Lima: Millenium, 2012.