martes, 30 de junio de 2009

Sin título


Aquella mujer coléricamente le gritó: ¡Te vas volando ahora mismo! Él no insistió. Levantó sus brazos, los agitó ligeramente y se perdió por los aires en el horizonte.

2 comentarios:

  1. Aquel hombre, carcomido por la cólera, musitó: ¡Puta! Ella no insistió. Cogió su cartera, agitó entre los dedos el asa, y se acercó triunfantemente a la esquina más próxima.

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  2. Oyee tengo un dibujo que puede ir perfectamete con el cuento
    saldos

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